En una cancha principal colmada de fanáticos, el primer set fue de desarrollo cambiante y quedó en manos de Dellien después de repartirse bloques de tres games para cada uno. El boliviano también comenzaría la segunda manga con un quiebre a favor, pero el apoyo del público generó la reacción inmediata de Ugo Carabelli, ganador de seis de los siguientes ocho juegos para igualar el marcador. Al igual que había ocurrido en los cuatro encuentros anteriores de ambos en el Rosario Challenger, ambos tenían que definir su destino en un último parcial decisivo. Si bien el «visitante» tomó la delantera con un 2-0 inicial, el argentino sacó a relucir su mayor temple con seis games consecutivos que le permitieron llevarse su octavo título en este nivel. Además, la consagración en el Jockey Club generó que se meta por primera vez en el top 90 del ranking ATP.
En su camino al título, Ugo Carabelli venció en primera ronda al Peque Schwartzman por 4-6, 6-3 y 6-4; minetras que en octavos de final superó al también argentino Guido Justo con parciales de 7-5, 2-6 y 7-5. Ya en cuartos volvió a batallar para derrotar a su compatriota Juan Pablo Ficovich por 3-6, 6-1 y 6-0 en una remontada avasallante.
En los últimos dos cotejos, Ugo Carabelli se cargó a los hermanos boliviano Dellien. En semifinales al hermano menor Murkel 6-3, 3-6 y 6-3, en tanto que en el cotejo decisivo remontó la desventaja inicial para imponerse al hermano mayor Hugo por 3-6, 6-3 y 6-2.
Otro dato no menor es que a lo largo de todo el torneo, Camilo Ugo Carabelli jugó 11 horas y 51 minutos en los cinco partidos que disputó en las polvo de ladrillo del club de Fisherton.
“Es un torneo excelente, felicito a la organización. Merece convertirse en un ATP”, elogió Ugo Carabelli, quien también elogió a Dellien por la “gran semana que tuvo acá y el partido durísimo que me planteó en la final” y le agradeció a su kinesiólogo, clave en la recuperación de la molestia en el codo derecho que había generado su retiro ante Román Burruchaga en los cuartos de final de Piracicaba. “No me esperaba siquiera terminar un partido largo, mucho menos imaginaba jugar batallas durante cinco días seguidos y poder quedarme con el título. Por suerte funcionó el gran trabajo de recuperación que hicimos en la semana”, valoró.
“Ahora como, me baño y ya arranco para Buenos Aires. Este lunes pienso entrenar un rato para adaptarme a las condiciones de allá, ya que tengo un partido muy duro el martes contra Seba Báez”, agregó el campeón del Rosario Challenger sobre su siguiente destino, el Argentina Open, certamen emblemático cuyo cuadro principal comenzará este lunes. Beneficiado por una invitación debido a su rendimiento, el diestro de 25 años accedió directo a la primera ronda: se medirá contra quien fue el máximo preclasificado en el Jockey Club.